- 20 -
A medida que Rubén volvía
a consultar toda la documentación, más comprendía la causa por a que Víktor
Petrograd preparó su muerte ficticia y huyó a Francia. Gran parte de los que
intervinieron en la operación de traslado y recuento del oro de la República
Española a Moscú habían sido asesinados: altos cargos del gobierno como el
agente del NKVD Arthur Stashevski; el embajador
soviético Rosemberg; y los Comisarios del Pueblo de la Hacienda
Soviética Grinkó, Krestinski, Margoulis y Kagán. Otros
tuvieron mejor suerte, como el director del NKVD en España que preparó la operación desde Cartagena, Alexander Orlov, que huyó a Estados
Unidos; los cuatro claveros fueron
retenidos una temporada hasta que se decidió enviarlos a Estocolmo, Buenos Aires,
Washington y México; y el embajador
español Marcelino Pascua también
evitó la muerte trasladándose a París.
Sin embargo, lo que más preocupó a Petrograd fue la suerte de todos los que
intervinieron en la ocultación del oro y las personas que trabajaron en los
distintos equipos para el diseño de la estatua. De ninguno de ellos se supo
nada a partir de 1938. Demasiada gente había muerto o desaparecido. Víktor
Petrograd fue un superviviente.
Miró por la ventana como
iban entrando niños pequeños a la guardería del Convento. Cogidos de la mano de
sus madres, medio dormidos, iban pasando por la puerta de madera con
resignación. Al fondo la chimenea, último vestigio de la fábrica de cervezas,
se erigía como un faro medio oculto. Resultaba extraño. Era como si hubieran
plantado la chimenea en mitad de un patio de vecinos. Aún así, la imagen era
espectacular. La miró un instante pensativo hasta que la imagen de una fábrica
le llevó a plantearse una duda: «¿Por qué Dmitri Prestupleniye, un magnate ruso,
es capaz de ordenar el asesinato de personas para conseguir el oro de la
República? Se llevó a Moscú 792.346 kilos de oro en lingotes, que ahora serían 12.200
millones de euros. ¿A cuanto ascenderá la fortuna de Prestupleniye sumando todo
su patrimonio, sociedades repartidas en todo el mundo, fábricas y acciones?»
-Rubén negó con la cabeza. Había algo más que lingotes de oro. Doce mil
millones de euros no iban a hacerle más rico al magnate. Algo más se escondía.
Buscó entre la vida de
Stalin e hizo una lista de lugares donde pudo haberse escondido el oro y que conocía perfectamente. Por lo pronto
nació e inició sus estudios básicos en Gori,
que por aquel entonces pertenecía a la Gubernia
de Tiflis del Imperio ruso, actual Georgia;
marchó con su familia a Tiflis, capital
de Georgia, donde estudió en un
seminario y trabajó posteriormente en el Observatorio astronómico; en Bakú, capital de Azerbaiyán, creó una imprenta clandestina con el nombre en clave Nina y fue encarcelado en la prisión de
Bailov; también fue encarcelado en Batumi,
ciudad georgiana próxima a Turquía, y deportado a Siberia; Sochi, Rusia, donde se encontraba su residencia
de verano; y el Kremlin, Moscú,
residencia oficial de Stalin.
Permaneció varios minutos
revisando la lista. Alguno de los lugares debía ser especial, tener unas
características especiales para que perdurara en el tiempo, contando con que
siguiera allí. Recordó el estudio de las pinturas y se decantó por Gori, Tiflis
y Bakú. Pero solo uno de ellos, Gori, simbolizaba lo que Isabel denominó el
lugar de fecundación, la tierra. ¿Esta ciudad era el equivalente físico al
Mausoleo de Lenin del cuadro? Faltaban datos. Era necesario analizar los
cuadros desde otra perspectiva.
Era medio día cuando
entró en la aplicación de su Smartphone y seleccionó la opción de Chat cifrado.
>> ULISES [Inactivo]
>> RC.5
[Activo]
>> IS.3 [Inactivo]
Esperó unos segundos y el
terminal de Isabel se activó.
>> IS.3
¿Alguna novedad?
>>RC.5
Ninguna. He investigado
la vida de Stalin y buscado posibles localizaciones. Tengo tres, pero necesito
más datos. Hay que analizar de nuevo los cuadros. Se nos escapa algo.
>>IS.3
He estado dándole vueltas
al asunto y quizás tengamos que buscar más profundamente.
>>RC.5
¿A qué te refieres?
>> IS.3
Me refiero a que en un cuadro
se pueden ocultar imperfecciones… e información.
Se produjo un largo
silencio. El cursor parpadeaba a la espera de un nuevo mensaje.
>> IS.3
¿Sigues ahí?
>> RC.5
Sigo aquí. ¿Cómo se puede
esconder información en un cuadro?
>> IS.3
Existen varios casos. Uno
de ellos lo conozco por la investigación que Julia Darro hizo sobre una pintura flamenca cuando la estaba
restaurando. En concreto era La partida
de ajedrez, un óleo sobre tabla pintado en 1471 por Pieter Van Huys.
Tras realizar un análisis
con rayos X, descubrió que debajo de la pintura había oculta otra con tres
palabras: QUIS NECAVIT EQUITEM.
>> RC.5
Interesante. ¿Crees que
este puede ser el caso?
>> IS.3
Si tuvo amistad durante
muchos años con un antiguo espía soviético, es posible que aprendiera trucos
para ocultar información.
>> RC.5
Eso quiere decir que hay
que pasar por rayos X los cuatro cuadros.
>> IS.3
Sí. Con los tres que
tenemos no hay problema. Conozco a varios técnicos del Museo del Prado que nos
pueden ayudar.
>>RC.5
El problema está en el
cuarto cuadro. Parisi tendrá que hacerlo por su cuenta.
>> IS.3
Sí. Y habrá que decírselo
de forma que Ignacio Gorján no lo descubra.
>> RC.5
Bien. Nos vemos esta
tarde a las ocho en la tienda. ¿Te parece bien?
>> IS.3
OK. Haremos las gestiones
esta tarde.
Rubén desconectó el
Smartphone y volvió a mirar por la ventana. Algunos niños salían de la
guardería más cansados que cuando entraron. Muchos se quedaron jugando en los
columpios mientras sus padres tomaban cervezas en la plaza. Sin embargo, hubo
una persona que le llamó la atención. Al otro lado de la plaza, en la calle
Samaniel, había parada una moto de gran cilindrada color negra. En ella había
una persona con cazadora de cuero y casco del mismo color. Estaba allí mirando
hacia el Balcón del apartamento. Cuando se percató de que Rubén le observaba,
puso en marcha la moto y se fue calle abajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario